El diseño de la oferta gastronómica está ligado al precio de venta que le ponemos al plato. Para ello, realizamos escandallos que nos dan la información de coste de cada elaboración. Se basa en calcular el precio/peso de cada producto para fijar el PVP y controlar el margen para cubrir los gastos fijos y variables, de producto y de personal. Hay que contar con muchos factores como las tendencias, la competencia o la temporalidad.